La caza del luchador

FOXCATCHER ⎢ Bennett Miller, 2014

A primera instancia, Foxcatcher (Estados Unidos, 2014) provoca interés por el evento que la origina: el asesinato del luchador olímpico Dave Schultz por el multimillonario John E. du Pont. Tal acontecimiento se acomoda a las preocupaciones que han aparecido en el resto de la filmografía de Bennett Miller, en el sentido de explorar la mente de una figura perturbada, de mostrar las circunstancias que conllevaron a un inusual asesinato, o de ahondar en las historias lúgubres detrás de las instituciones deportivas. La atmósfera sombría y el siniestro desenlace nos parecen sugerir que estamos ante un filme de horror psicológico, o a un thriller político que desempolva el lado oscuro de las ambiciones estadounidenses. Sin embargo, algo en esta representación retorcida de los hombres de poder no me funciona del todo.

Regularmente el cine estadounidense demuestra una fascinación hacia sus antagonistas, pero el personaje de du Pont (interpretado por Steve Carell) irradia una presencia demasiado extraña e incómoda como para asumir con seriedad sus motivos. Al actor lo adorna una vistosa nariz protésica, que pasaría como anecdótico si no fuera porque siempre está colocado de perfil y con la cabeza ligeramente levantada, como si la nariz misma fuera símbolo de su dominancia. Su forma taciturna de hablar y el hermetismo de su personaje lo convierten en una figura compleja pero también demasiado llamativa. Pienso que la película se excede en querer mostrarlo como escalofriante, sobre todo porque la psicología del personaje se mueve entre lo patético y lo repulsivo, entre lo profundamente trágico y lo mórbidamente gracioso.

Lo interesante de Foxcatcher lo encuentro más bien en las pugnas y desequilibrios que se producen entre los tres personajes principales del filme. Con su actitud vampiresca y sus discursos patrioteros, du Pont “seduce” (en más de un sentido, quizá) al joven Mark Schultz, mientras que Dave, el hermano mayor, se resiste en un principio. Hacia la segunda mitad del filme, esta relación se invierte, y termina agravando la soledad y el desencanto por lo que pasan los personajes. A su vez, el supuesto legado histórico que carga du Pont, y que en hipótesis lo vuelve tan amenazante, se reduce a una mera crisis personal cuando se le pone en contraste con la apacibilidad del entorno familiar y clasemediero de los hermanos Schultz. Miller aprovecha la proximidad física entre los personajes para revelar estas tensiones y desacuerdos. Incluso, en varias ocasiones, la presencia de retratos y de cámaras sirven para delatar esa incomodidad por la que pasan.

También resulta de interés la forma en que se representa el contacto físico. En Foxcatcher se percibe una aproximación al cuerpo masculino que oscila entre lo violento y lo erótico. En este sentido, no me parecen descartables ciertas lecturas que hacen ver una tensión sexual escondida entre el personaje de du Pont y el de Mark Schultz. También, Miller filma el deporte de la lucha, no sólo desde una cuestión meramente técnica, sino lo eleva a un nivel narrativo y estético. En una de las primeras escenas de la película, en donde observamos a los hermanos en una sesión de práctica, la cámara registra cómo las agresiones físicas entre ellos se convierten paulatinamente en afectos y abrazos. En contraste con lo tétrico y represivo del personaje de Carell, el de Dave Schultz (interpretado por Mark Ruffalo) proporciona calidez y alivio. Sólo que este contraste no se percibe en los diálogos o en los escenarios, sino en los gestos y en los roces de los cuerpos. HH

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